sábado, 27 de diciembre de 2025

Claro que me han dicho infinidad de veces que mi hijo tiene “falta de voluntad”...





















Mi hijo mayor tiene ahora 22 años y está afectado por Patología Dual. Cuándo empezó a consumir, él siempre nos dijo que cuando tenía 16 años, pero creo que fue entre los 14 y los 15 años.

Aprendes como padre a no creerte sus afirmaciones. Al principio te encuentras de bruces con la persona adicta y hasta que no aprendes “por el camino” a cómo tratar con un adicto, LA ENFERMEDAD te manipula, te engaña y te hace un daño gigantesco, así que, dejemos en 15 años cuando empezó a consumir.

Con 17 años pactamos con él acudir a una Unidad de Conductas Adictivas después de asistir a uno de los más experimentados y mejores psicólogos a los que fuimos recomendados.

Dicho psicólogo dejó “a flor de piel” la adicción de nuestro hijo, eso significaba que todo el “chiringuito” de engaños para sacar dinero a toda la familia se le desmontaba. Consecuentemente nuestro hijo nos pidió que no fuéramos más, que era muy caro y que no le ayudaba en nada, accedimos porque en el camino de ser padres de un hijo con adicción entraba (lo supimos mucho tiempo después) el ser manipulados por amor.

En la U.C.A lo medicaron y le dieron cita con muchísimos días de por medio. La enfermedad fue avanzando con paso rápido y firme, la adicción se iba desarrollando y meses después, justo al cumplir 18 años empezó el caos. Siempre la habitación fue un desastre, todo lo que tocaba lo dejaba por acabar o por el medio, le “robaron” la bicicleta, faltaban cosas en casa, los estudios eran un total fracaso, debía dinero a “compañeros” hasta que un día me confesó que eran “camellos”.

Mirando hacia atrás, posiblemente nuestro hijo fue un TDHA de libro pero los colegios no estaban, ni están preparados para detectarlo, faltan profesionales y recursos y dependes de la suerte de caer en el lugar adecuado.

Así que, posiblemente “la fórmula” ha sido, TDHA-Bullying-adicción-Bipolaridad. 

Sí, nuestro hijo es una persona adicta y bipolar ( Patología Dual) pero el camino para determinar sus problemas no ha sido fácil, más bien ha sido un “paseo” por el infierno, aderezado de mucha hipocresía por parte del “sistema”.

- En qué situación nos encontramos ahora...

Por una parte, Nuestro hijo tiene concedida una discapacidad del 65%, ha sido rechazado por el C.R.E.A.P, tiene solicitada la Ley de dependencia para poder acceder a un piso tutelado, ha estado en U.D.R de Proyecto Hombre y también de centro privado (por trastorno por adicción), ha sido atendido en numerosísimas ocasiones en la unidad de psiquiatría de su hospital de referencia (Por Trastorno Bipolar y Patología Dual) e intentos de suicidio.

Por otra parte, ha perdido sus estudios de grado medio en formación profesional, su prometedora carrera deportiva en dos disciplinas en las que estuvo a punto de ir al campeonato de España y también ha perdido sus últimos tres trabajos, el más reciente con el costo de un ingreso en unidad psiquiátrica de agudos (contratar a una persona con discapacidad conlleva ventajas fiscales pero al mismo tiempo debería acarrear ética empresarial y no siempre es así).

Finalmente, después de dos ingresos consecutivos en psiquiatría este pasado verano, en la actualidad, se encuentra ingresado nuevamente en estado grave. Él mismo se dio cuenta de que se encontraba mal y llamó a la ambulancia.

-¿Habeís tenido que escuchar mucho (tanto de médicos como del entorno) la idea de que la adicción es una cuestión de “falta de voluntad” de la persona afectada?

Vivimos en una sociedad enferma, cada vez más desinformada. Una sociedad que no prepara ciudadanos con pensamiento crítico y autónomo, una sociedad individualista, egoísta e insolidaria. Me es impensable pensar en adicciones (y todo lo que conlleva) en tribus aisladas de toda esta alienación, las cuales viven pegadas a la naturaleza y a sus iguales (a los que nunca abandona)

El estado de naturaleza que anunciaba Rousseau sigue siendo de rabiosa actualidad, el humano se corrompe en sociedad, yo diría en este tipo de sociedades que vivimos y la ignorancia e hipocresía hace muchísimo daño.

Claro que me han dicho infinidad de veces que mi hijo tiene “falta de voluntad” pero lo más grave es cuando escuchas el silencio o algo peor “no podemos hacer nada” por parte de los especialistas. 

Los ciudadanos deben saber que si un chico ha consumido una droga ilegal (adicto o no adicto) y entra en un hospital con una afectación psiquiátrica, los médicos especialistas no lo podrán valorar y le darán el alta porque está bajo el efecto de sustancias “no podemos valorarlo” pero también hay que saber, que si ese mismo chaval entra en una COMUNIDAD TERAPÉUTICA para desintoxicarse y deshabituarse de su adicción, si tiene una afectación psiquiátrica será apartado del grupo por no estar estabilizado psiquiátricamente. El sistema de ayuda falla.

No hablemos de “falta de voluntad” Lo que carecen estos chicos es de “falta de ayuda profesional organizada y coordinada”.

Pensemos que U.C.A y Salud Mental (Hospitales) no comparten informes.

¿Quién tiene falta de voluntad?


Pueden llegar a ser muy dañinas ese tipo de afirmaciones, a lo que añadiría: La insensibilidad, la ignorancia, la incomprensión, el “mirar de lado”, el sentirte un apestado, el abuso, la indiferencia, la no empatía, la deshumanización y la cosificación de las personas hasta arrebatarles la dignidad.

Afirmar que alguien quiere ser esclavo de una sustancia por falta de voluntad es minimizar o reducir a lo raquítico un problema muy complejo como es la adicción

Me acuerdo cuando mi padre (que es artista), cuando era pequeño, me hacía observar el mar y me preguntaba: ¿De qué color es el mar?, yo le contestaba: azul. Pero el insistía y me decía que me fijara mejor, entonces, como por arte de magia, aparecían delante de mí infinidad de colores. Aquello me educó a ver que muchas cosas en la vida son complejas y que no todo el mundo quiere hacer el esfuerzo por entender esa complejidad.

¿Cómo podemos reducir tantísima complejidad y dolor a “falta de voluntad”?

Los seres humanos somos los únicos seres vivos, de los miles que existen en la faz de la tierra, que somos conscientes de que un día vamos a morir.

El mero hecho de existir es ya un acto de coraje y al mismo tiempo de autoengaño.

¿Cómo hemos solucionado este gigantesco problema a los largo de los siglos?

Con evasión.

La mitad del camino entre elegir vivir o suicidarte es la evasión de dicha realidad existencial. Por una parte, La adicción tiene muchos factores pero el que yo he experimentado con mi hijo pienso que es el vacío al que no se quiere mirar. Ese factor te empuja a probar a “ayudarte” con algo que no te haga sentir el vértigo de mirar el vacío. En el caso de mi hijo fue la marihuana, con la que jugó a la ruleta rusa y le tocó la bala de la bipolaridad y la adicción (porque hay factores genéticos que pueden influir).

La culpabilidad asociada a la falta de voluntad en el caso de las adicciones pienso que es porque la mayoría piensa que la adicción es un riesgo elegido libremente, al menos al principio de consumir y sin embrago, los trastornos mentales “te tocan”, luego si bajo tu voluntad empezaste, bajo tu voluntad debes frenar dicha adicción, lo cual es imposible sin ayuda terapéutica.

Por otra parte, ¿por qué se permiten espacios adictivos, casinos, comida adictiva, sustancias adictivas como el alcohol y el tabaco entre otras? ¿Por qué la ley permite jugar a la ruleta rusa a sus ciudadanos con elementos adictivos?

La seguridad social universal está infra financiada y muchísimo más respecto a problemas de adicción y salud mental.

¿Cómo vamos a parar la avalancha que se nos viene encima con el daño que están causando las redes sociales (adictivas)?

¿CON LA VOLUNTAD?


(Testimonio Familiar participante en Asepadual grupos Ayuda Mutua)










 

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