jueves, 30 de mayo de 2024

Abuso sexual infantil y consecuencias psicopatológicas en la vida adulta.

 

"La experiencia vital de abuso sexual afecta de forma significativa a la salud de las víctimas, comportando una variedad de problemas a largo plazo. Se confirma en rigurosos estudios de revisión que, sin existir una relación causal entre la experiencia de ASI y el desarrollo de psicopatología, el ASI supone un factor de riesgo importante en el desarrollo de una multitud de diagnósticos psiquiátricos, psicológicos y psicosociales.

Los cuadros depresivos son una de las consecuencias más frecuentes, detectándose en gran parte de las investigaciones revisadas tanto en poblaciones clínicas como generales. Los síntomas afectivos tienen repercusiones relacionales y emocionales graves. El abuso sexual favorece el desarrollo de trastornos del ánimo, con mayor prevalencia, precocidad e intensidad si ocurre en etapa infantil.  Es relevante mencionar que los síntomas depresivos son más intensos en casos de incesto.

En ese perfil de pacientes se advierte menos asertividad, con una disposición vital negativa. También asocian peor salud física, menor bienestar subjetivo y trastornos del sueño. El insomnio intenso se relaciona con un ASI de inicio precoz, con penetración, amenazas y/o violencia física, y se acompaña de menor apoyo social percibido y dificultades relacionales. La gravedad del ASI se asocia con sintomatología depresiva de forma independiente a otras variables sociodemográficas o familiares, aunque se ha descrito que la respuesta recibida ante la revelación y el sentimiento de autoculpa pueden agravar la clínica afectiva.

Los mecanismos disociativos pueden aparecer en el contexto peri y postraumático, ya en la edad infantil, con fenómenos de amnesia, despersonalización y desrealización, como una estrategia de supervivencia frente al ASI . La ansiedad también es muy prevalente, con cifras que alcanzan el 76,3%  en población clínica. Puede aparecer como estado y rasgo, siendo especialmente significativa en hombres de población general victimizados, y se correlaciona de forma significativa con síntomas depresivos y postraumáticos. 

Asimismo, se ha detectado la presencia de trastorno de pánico, ansiedad social y fobias específicas. A nivel de trastornos de personalidad, el que mayor correlación presenta con el ASI es el subtipo límite (TLP). Otras investigaciones han relacionado la experiencia del abuso sexual con una mayor probabilidad de desarrollar un trastorno de personalidad antisocial, paranoide, histriónico, narcisista o dependiente, pero en los artículos estudiados no se encuentran resultados que apunten en esa dirección."



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